En la desembocadura del río Miño y su encuentro con las aguas del Atlántico se encuentra el Fort de la Insua. Esta fortificación defensiva de otros tiempos es innegable marca del paisaje costera Caminhense y refugio ideal para especies marinas como o robalo.
El "Mar Insua", llamada así por la existencia de esta fortificación, es fuente de alimento inagotable para los robalos salvajes que allí viven, cuya carne blanca y delicada era parte de la cocina del pueblo romano.
Lo robalo se pesca "a la línea" por las manos del pescador, para llevar el mejor róbalo a la mesa de nuestros restaurantes.
Es acompañado por las patatas y las deliciosas verduras salteadas.
Es un manjar único y digno de los mejores paladares.
Para coronar esta comida, nos deliciamos con nuestra tradicional crema quemada, verdadero manjar, tan tradicional en nuestra tierra
El "Mar Insua", llamada así por la existencia de esta fortificación, es fuente de alimento inagotable para los robalos salvajes que allí viven, cuya carne blanca y delicada era parte de la cocina del pueblo romano.
Lo robalo se pesca "a la línea" por las manos del pescador, para llevar el mejor róbalo a la mesa de nuestros restaurantes.
Es acompañado por las patatas y las deliciosas verduras salteadas.
Es un manjar único y digno de los mejores paladares.
Para coronar esta comida, nos deliciamos con nuestra tradicional crema quemada, verdadero manjar, tan tradicional en nuestra tierra